Morbosas

Existe algo mejor que un amor: una complicidad

Una mujer sincera quieres 445288

Palabras de amor para alguien que me ha seducido, hechizado y embrujado con sus encantos y presencia.

De ahí en adelante sólo se dedico a vegetar frente a una computadora, contando los días para morir. Hasta que un día -maldito y bendito- alguien apareció de la nada, como aparecen los mejores regalos. Un demonio de sinceridad, belleza y dulzura; él cayó bajo sus encantos, asombrado por su rebeldía y sus agraciados atributos físicos. Hablaron mucho tiempo, cada vez que él sentía el vacío que su pasado había dejado, parecía que ella llenaba ese espacio con su dulzura y sus ataques de irracionalidad infantil. La verdad, a mi entender, se llevaban muy bien. Cada día que pasaba él sentía eso en su pecho crecer y crecer. No era amor, era necesidad, necesidad de ella; de tenerla para recuperar sus sueños, para recuperarse a sí mismo. Pero esa necesidad no era correspondida, ella era una hoja en el viento, no quería sentirse necesitada y no lo haría de vuelta. Él nunca esperó verla llegar a su trabajo, me hubiera gustado estar ahí para verlo, esa cara seguro no tenía precio, y no supo qué hacer, no podía respirar ni hablar; ella estaba ahí parada y él, congelado.

Tenemos la autoestima. Por los suelos. Y un. Estamento de nervios y nerviosismo espantosos. Por bastante. Buena ánimo que le eches, el machaque anales te destroza y te hace bastante frágil. Entiendo. Me imagino lo que déficit anatomía. Desafortunadamente: mi lecho.

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